LECCIONES DE LA VIDA

“El árbol de peras”

Hubo un hombre que tenía cuatro hijos. Él quería que sus hijos aprendieran a no juzgar las cosas demasiado rápido.
Así que los envió a cada uno de sus hijos para ir a ver un árbol de peras que se encontraba en un lugar muy lejano.
A cada uno lo envió en una estación diferente. El primer hijo fue en el invierno, el segundo en la primavera, el tercero en verano y el hijo menor en el otoño.

Cuando todos habían ido y regresado, los llamó para que le describieran lo que habían visto.

El primer hijo dijo que el árbol era horrible, doblado y retorcido. El segundo hijo dijo que estaba cubierto con brotes verdes y lleno de promesas. El tercer hijo no estuvo de acuerdo y dijo que lo que había visto era un árbol cargado con flores que olían exquisitamente y que eran las más hermosas que había visto. El último hijo no estaba de acuerdo con ninguno de ellos, y dijo que el árbol estaba maduro, lleno de vida y cargado de frutas.

El padre le explicó a sus hijos que todos ellos tenían razón porque cada uno había visto sólo una temporada en la vida de aquel árbol.

Entonces les dijo que no se podía juzgar a un árbol, o una persona, sólo por una temporada. Que la esencia de quiénes son, y el placer, la alegría y el amor que provienen de la vida, sólo puede medirse al final, luego de que cada una de las estaciones haya estado presente.

Si te rindes en el invierno, te perderás la promesa de su primavera, la belleza de su verano, y la entrega del otoño.

No dejes que el dolor de una temporada destruya la alegría de todo el resto. No juzgues la vida por una temporada difícil.
Persevera a través de las etapas difíciles pues con toda seguridad los tiempos mejores vendrán a tiempo.

Con todo mi respeto a nuestro Jefe del Estado, pero como he visto que el Derecho de Expresión, campa por anchas en este País antes llamado España y como este blog ya anuncie que publicaré anécdotas, sucedidos y aquello que me llegue a mis manos que crea interesante, es por ello que pongo esta poesía que quiero sinceramente no hiera susceptibilidades e insisto con todo mis respetos hacia los estamentos del Estado, haya va.

Foto: Pinchar sobre la foto para ampliar.


A D. JUAN C.  “EL TROPEZONES”

Sin ánimo de ofender

ni parecer mal hablado,

tengo que decir, Señor,

que estáis pero que muy descuidado.

Y no lo digo tan solo

por esa extraña manía

en “coleccionar” caídas,

 tropezones y portazos,

aunque, dicho sea de paso,

en tamañas “aficiones”

vos superáis, muy de largo,

a vuestros antecesores.

Aun sumando los porrazos

de nueve reyes Borbones, (*)

sois el campeón de España

en rodar por los “terrones”.

Lo digo también, Señor,

porque no entiendo adecuado

que en situación alarmante,

-con la prima desbocada,

los mercados dando el cante,

tres autonomías “revueltas”,

y el desempleo galopante-,

vos vayáis al quinto… pino

a cazar un elefante.

Es cierto que el animal

no es que estuviera boyante

pues andaba ya muy viejo

y un poquito renqueante,

y aunque los ecologistas

den por saco a cada instante

no es ese el problema gordo

ni tampoco preocupante.

El tema está, Majestad,

en que la izquierda española,

la que manda Cayo Lara,

-esa que se llama Unida

y también republicana-,

anda al acecho cual hiena

y olisquea agazapada.

Es capaz de perdonar

como un ministro cazaba

sin licencia y con un juez

en Andalucía la llana,

pero critica con saña

y hasta con muy “mala baba”,

lo mismo que vos cacéis

o que juguéis a las cartas.

Por eso, señor, os digo:

si habéis de cazar, cacéis,

pero ratones cual gato,

si habéis de salir, salgáis,

pero al jardín solo un rato.

No deis motivo a esta gente,

-minoría, pero chillones,

que nada tienen que hacer

sino tocar los cojones-,

para que saquen tajada

de vuestros… mil tropezones.

Así que tened cuidado,

no caeros en la ducha

y aplicaros al trabajo,

¡a vuestro abuelo, por menos,

lo mandaron al carajo!

*(Felipe V, Luis I, Fernando VI, Carlos III,

Carlos IV, Fernando VII, Isabel II, Alfonso XII

y Alfonso XIII).

Foto: Te lo recomiendan los farmacéuticos que no cobran

 Foto: Este es el lema de mi casa

Estos niños ven mucho Internet, ¡Ojo!

Un cordial saludo


Nota: