Érase una vez un
hombre que después de haberse peleado con su última novia decidió irse
de vacaciones. Se fue aun crucero y lo paso fabulosamente…hasta que el
barco se hundió.
Naufrago en una isla desierta, no había nada, solo bananas y cocos.
Después de unos 4 meses, estaba sentado en la playa cuando ve que se acerca
remando un bote con la mujer más hermosa del mundo. El hombre no lo puede
creer y le pregunta:
- ¿De donde has salido? ¿Como has llegado hasta aqui?
Ella le responde: - Vengo remando desde el otro lado de la isla donde estoy
instalada desde que naufrague cuando se hundió el crucero donde
iba de vacaciones.
Y el dialogo continua…
-¡Es increíble! Que suerte tuviste al encontrar un bote te trajo hasta la
costa.
- Oh, y ¿este bote? No, este bote lo he hecho yo misma con materiales
naturales de la isla. Los remos los he hecho con ramas de árboles.
El fondo del bote lo
entretejo con hojas de palmeras y los lados los
formo superponiendo hojas de gomeros. Los dos extremos los recubro con
hojas de eucalipto.
- Pero ¿donde encontraste las herramientas?
- Ah, eso no fue ningún problema. En el lado sur de la isla hay un
estrato muy poco común de roca aluvial bastante accesible. Lo
triture y queme los trozos a una determinada temperatura en el
horno de barro que me hice.
El material
resultante se convirtió en una especie de hierro dúctil y lo
use para hacer las herramientas.
El tipo queda anonadado.
Ella le dice: - ¿Que te parece si remamos
hasta mi casa?
Después de un rato remando, llegan a un pequeño embarcadero. El hombre no
puede creer lo que ve. Delante de el hay un camino hecho de piedras lisas
que llega a un hermoso bungalow pintado de azul y blanco.
Mientras van andando hacia la casa, ella dice: - No es nada del otro mundo,
pero yo la llamo 'mi casa'. - Por favor siéntate... ¿Que te doy de beber?
El contesta: - Nada, gracias. - No soportaría tener que beber zumo de coco una
vez más. - Es lo único que he bebido en todos estos meses, no lo soporto
más.
- Ah!, pero no es solo jugo de coco. - Yo me he fabricado una pequeña
destilería para destilar alcohol con los materiales de la isla. - ¿No te
gustaría un mojito?
Tratando de disimular su total asombro, el hombre acepta y se sientan a
charlar. Después de haber charlado un rato y haberse contado sus historias,
ella le dice: - Me voy a refrescar un poco y a ponerme algo mas cómoda. - ¿A
ti te gustaría darte una ducha y afeitarte? - Hay una afeitadora en el
armario del baño.
A estas alturas el hombre ya no cuestiona nada. Va al baño y encuentra una
navaja muy afilada hecha de hueso de tortuga con un mecanismo de eslabón
giratorio.
El hombre piensa: "esta mujer es INCREIBLE. ¿Que mas tendrá para
sorprenderme?
Al volver a la sala, encuentra a la mujer vestida solo con hojas de
vid puestas en lugares estratégicos de su hermoso cuerpazo y oliendo a
perfume de gardenias. Ella le pide que se siente a su lado y le dice muy
sugestivamente y prácticamente echándosele encima: - Hemos sido náufragos
durante muchos meses. - Tu has estado muy solitario, estoy segura que debe
haber algo que quieres hacer inmediatamente, ¡¡¡AHORA MISMO, ALGO QUE HAS
ADORADO DESESPERADAMENTE!!!
Ella le mira a los ojos y parpadea…
El traga saliva excitadamente y se le empiezan a caer lagrimas por sus mejillas y le dice a ella:
- ¿NO
ME JODAS QUE MAÑANA PODEMOS VER EL BARSA-REAL
MADRID EN LA TELE DE
PLASMA QUE TE HAS FABRICADO CON MATERIALES DE LA ISLA??
Saludos cordiales y
buen fin de semana
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2 comentarios:
A que no tenia tele de plasma. No importa, sabemos que la mujer perfecta no existe.
Aquí, una demostración de que el balompié mueve pasiones.
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